Insólito, es lo que le sucedió a Fagilyu Mukhametzyanov, una mujer de 49 años, que murió de un ataque al corazón después de despertarse y descubrir que se encontraba en el interior de un ataúd y en su propio entierro. El hecho ocurrió en la ciudad rusa de Kazan, situada a orillas del río Volga a 720 kilómetros al este de Moscú, y ha despertado el asombro de propios y extraños.

Fagilyu Mukhametzyanov fue declarada oficialmente fallecida por el médico forense en el hospital central de Kazan, y luego de velarla y posteriormente en el entierro, la mujer se despertó súbitamente y empezó a gritar al escuchar que la estaban enterrando, provocándole un segundo paro cardiaco, esta vez que fue finalmente (y ahora si) fulminate para ella. El dolido esposo de Fagily uha declarado a la prensa local que, "Estoy muy enfadado y quiero respuestas. Ella no estaba muerta cuando firmaron su defunción y podían haberla salvado". Actualmente se lleva una extensa investigaciín del caso.