Chen Dejun, un anciano de 72 años que vive solo en Shuijiang, poblado rural al sureste de China desde hace ocho años, ha estado bebiendo desde hace poco más de 42 años 3 litros de gasolina al mes, y aunque suene increíble, según los médicos locales, goza de una buena salud para alguien de su edad.

Chen Dejun comenzó a beber el combustible para curarse de unos dolores que padeció en 1969 y desde entonces conserva su adicción. Pese a que su esposa y sus hijos siempre intentaron hacerle dejar esta adicción, Dejun sigue hasta el día de hoy con su ingesta diaria del tóxico líquido. El anciano sufre un enfisema pulmonar, pero su estado general es bueno, según los médicos del hospital Honglou en Chongqing que lo atienden. El hombre pudo haber desarrollado una cierta inmunidad a la gasolina, que explicaría que no haya muerto por la ingestión de este líquido inflamable y altamente tóxico.