La historia de Chris Birch de 26 años es sin duda una digna de contar. El joven era un fornido jugador de Rugbym que acostumbraba a entrenar arduamente en el gimnasio y pasar tardes enteras con sus amigos viendo deportes mientras bebían cerveza, además tenía una novia y planeaba irse a vivir con ella dentro de poco, es decir, tenía una vida heterosexual promedio. 

Pero el destino quiso que todo cambiara en él, pues en una de las sesiones de gimnasio, Chris quiso mostrar a sus amigos una pirueta y terminó golpeándose fuertemente la cabeza contra el suelo, provocándole un derrame cerebral. Fue rápidamente llevado al hospital, donde ante el asombro de todos, sus primeras palabras tras recobrar la conciencia fue: "Soy Gay".

“Suena extraño pero cuando me desperté, me sentí diferente. Ya no estaba interesado en las mujeres. Era, definitivamente, gay”, aseguró Chris. El joven advierte que nunca había tenido amigos homosexuales pero “debo ser fiel a mis sentimientos”.  Además, dejó su anterior trabajo en el banco y ahora es peluquero, y a cambio de sus entrenamientos ahora coge el peine y secador.