En Somalia está terminantemente prohíbido ver partidos deportivos, y mucho más si es cabe celebrarlos. Penas muy severas son cumplidas en ese país en donde pueden llegar hasta la pena de muerte, por parte de las milicias de Al Shabab, la rama somalí de Al Qaeda, que controla amplias zonas de la capital y el sur del país.

Unos pocos somalís se atrevieron a desafiar la prohibición de las milicias islamistas y celebraron en las calles de la capital, Mogadiscio, la victoria del Barcelona frente al Manchester United en la Liga de Campeones. Uno de ellos, Nur Osman, seguidor del Barcelona, celebra el triunfo de su equipo al otro lado de la calle en Hamarweyne, en Mogadiscio, al grito de "¡David Villa, David Villa!". "No pude dormir en toda la noche; estuve celebrándolo solo en mi habitación, recibiendo mensajes de todos mis amigos" cuenta Osman, que siguió el encuentro mediante internet ya que temía que si las milicias veían una antena en su casa le pongan una bomba.