Un joven de Nápoles ha causado conmcoción entre los médicos locales, y es que luego de estornudar fuertemente, expulso una bala que tenía alojada en el cerebro desde la celebración de año nuevo, luego de lo cual quedó aparentemente ileso. El joven fue trasladado de urgencia a un hospital cercano luego de que el proyectil le alcanzara.

Cunierto de sangre, pero aún consciente, el joven estornudo fuertemente expulsando una bala calibre 22, ante el asombro de los médicos, para luego decir a los médicos que se ecnontraba bien, aparte de sólo un dolor de cabeza. "Ha sido hombre muy afortunado, porque perfectamente podría haber muerto", comentó uno de los médicos que atendió a este joven que efectivamente tuvo una suerte tremenda al ser impactado por el proyectil y quedar en perfecto estado.