Científicos de la universidad de Tufts y Harvard han realizado un estudio en el que concluyen que la actividad física episódica eleva el riesgo de sufrir un ataque cardiaco e, incluso, una muerte súbita. Sin embargo, el ejercicio regular, incluido el sexo, minimiza este riesgo casi a la mitad. El sexo, como el deporte, hay que practicarlo de manera periódica,según explican los científicos.

"La actividad física regular se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y la mortalidad relacionada a estas afecciones [...] A pesar de los beneficios consabidos de la actividad física regular, hay evidencias que sugieren que la actividad física, así como otras exposiciones agudas, como la actividad sexual y el estrés psicológico, pueden actuar como desencadenantes de afecciones cardíacos agudos" aseguran los investigadores